«Me doy cuenta que este último año he crecido mucho como artista»

José Antonio Jiménez, más conocido como Califa Tattoo, es un tatuador afincado en Montequinto.

0

José Antonio Jiménez López, más conocido en Montequinto y en el mundo de los tatuajes como Califa Tattoo, es un joven tatuador cordobés afincado en Montequinto. Tras años de pruebas encontró en el tatuaje una forma de vida y en Montequinto un lugar donde vivir.

José Antonio responde a nuestras preguntas:

Te llamas José Antonio, pero todos te conocen como ‘El Califa’ ¿Por qué ese nombre?

Bueno yo nací en Córdoba y las tierras de Córdoba son tierras califales, entonces cuando me abrí Instagram dije: si en algún momento me dedicara profesionalmente a tatuar me llamaría Califa Tattoo.

¿Cuándo llegaste a Montequinto?

Llegué el 3 de septiembre de 2016, me acuerdo como si fuese ayer. En 2017 abrí ya mi estudio en San José de Calasanz y hasta que llegó el COVID que, por restricciones, horarios y limitaciones lo tuve que cerrar. Una persona sola, un local que pagar y no puedes trabajar, imagínate.

¿Cómo empieza tu interés en ser tatuador?

Pues la verdad que sin querer, desde pequeño me gustaba mucho dibujar, bueno yo soy en realidad técnico de ambulancias, me vine a Sevilla a estudiar. Me puse a trabajar con la ambulancia en Algeciras y volví un poco harto de la zona. Entonces me compré, para mí, la máquina de tatuajes y me tatué yo las piernas y los brazos. La gente empezó a preguntarme quién me hacía los tatuajes y cuando les decía que los había hecho yo mismo se asombraban porque estaban muy bien. No se lo creían porque yo era técnico de ambulancias. Con el paso del tiempo empecé a pensar que me podía dedicar a eso, pero había invertido mucho dinero en estudiar y creía que mis padres me matarían (risas). Di el paso, poco a poco me fui formando y hasta el día de hoy, seis años y medio después. Con el tatuaje nunca dejas de formarte.

¿Qué tipo de tatuajes son los que más te gustan hacer?

A mí me gusta tatuar realismo, el realismo es hacer un tatuaje asemejándolo a una fotografía, por ejemplo. Tiene unas características técnicas diferentes a otro tipo de tatuajes. Siempre hay gente que viene a pedirte un tatuaje más pequeño, un detallito, en todos los trabajos hay cosas que te gustan más y otras menos. Aunque al final cada tatuaje tiene una historia y todos están divertidos hacerlos.

¿Hay alguno del que te sientas especialmente orgulloso de haber hecho?

Es complicado, de los últimos grandes trabajos que he hecho me gusta mucho el resultado. El tatuaje evoluciona, tú mismo también evolucionas, te formas y notas como progresas en tus trabajos. Este último año he notado que he evolucionado mucho y he crecido como artista. Es algo objetivo el desarrollar mejor un tipo de técnica y la gente lo está valorando. Los pequeños también mejoran, pero los grandes se notan más, obviamente. El trabajo de un gran tatuaje conlleva más dificultad, aunque en todos se aprende.

Y has tenido malas experiencias con la piratería de las redes sociales.

Sí señor, en 2022 me robaron la cuenta inicial de Instagram de Califa Tattoo por torpeza mía, la verdad. Yo solicité la verificación de la cuenta y, al tiempo, unos 6 meses después, me llegó un correo falso de Instagram y me ponía que me habían solicitado la verificación del perfil. Me pedían que entrara en un enlace y metiera mi cuenta y la contraseña para corroborar que era yo, entonces me mandaron un mensaje de que tenían mi cuenta, que les pagara 400 euros para recuperarla, les pagué 200 y no me la devolvieron.

¿Para ti qué es tu cuenta de Instagram?

Para mí es mi vida, pero no por enganche a las redes ni nada, es que es parte de mi trabajo, la mayoría de mis clientes entran por esa vía. Del boca a boca llegan a mi Instagram ahí ven mis trabajos y me contactan.

¿Has vuelto al nivel de clientes de antes del COVID?

Pues es que el COVID fue muy duro, las limitaciones y el miedo hicieron mucho la verdad. Después del confinamiento abrí el local, un 7 de mayo, y la gente venía como si no hubiera un mañana. La gente quería gastar el dinero que no había gastado en tres meses. Yo recuerdo que tenía que dar citas a semanas vista.

Ese verano fue bastante bueno pero con la vuelta al cole se dispararon los contagios, la gente, de las vacaciones, no tenía dinero y vinieron meses difíciles, ese noviembre cerré el local.

Ahora tatúas en tu casa.

Correcto, eso es algo bastante controvertido, muchos tatuadores tienen local pero muchas veces la capacidad económica no te da para mantenerlo. Yo lo hice, estuve tres años y tuve que volver atrás. Me podría ir a un estudio, pero es muy difícil encontrar trabajo en un estudio de tatuajes.

¿Cómo es el proceso para crear un tatuaje?

Pues mira, el último cliente se quería tatuar el brazo. Mediante una aplicación en el Ipad diseñas el tatuaje digitalmente y lo puedes superponer a una foto real de su brazo para que él vea como le quedaría. Esa es la forma más habitual de trabajar ahora mismo de los tatuadores, la tecnología nos ha ayudado mucho en ese sentido.

¿Cómo es la evolución de la cliente que viene a tatuarse?

Pues la gente suele ir poco a poco, empieza haciéndose cosas pequeñas para coger confianza, para ver como tatúas, eso es lo normal. Luego hay gente que te pide cosas más elaboradas porque a lo mejor ha visto tatuajes míos en amigos y viene con seguridad. Pero también hay mucha gente que viene a acompañar solo a la persona que se va a hacer un tattoo, que incluso nunca habían pensado en hacerse uno y acaban pidiéndome uno.

¿Hay más tatuadores en Montequinto?

Sí, ahora, donde yo tenía el estudio han abierto uno. Hay más, pero en algunos casos… ¿A qué llamamos tatuador? Hoy en día te compras una máquina y parece que ya lo eres. ¿Hay más tatuadores que viven de esto totalmente? Eso ya es diferente.

¿Qué implica hacer un tatuaje?

Depende, hay gente que sabe lo que quiere, una palabra, un símbolo… lo sabe. Hay otros que vienen con una idea y hay que orientarlos y diseñar su idea, ese es el trabajo complicado. Lo fácil es el que viene, por ejemplo, queriéndose hacer un león, le enseño algunos de los que tengo diseñados y elige uno.

Yo debería seguir formándome por la parte de diseño del tatuaje, es algo que no todos los tatuadores saben. Pero claro, yo no estoy especializado en eso, hay gente que se dedica, junto con el tatuador, solo a diseñar. Este es un mundo muy complicado, si hoy me dicen que tengo que empezar de cero no empiezo. Que la gente confíe en ti es muy difícil al principio, cuando no tienes nada que enseñar.

La comparación en redes debe ser complicada.

La gente se tatúa por lo que ve, ahora en redes sociales hay mucha información de tatuajes, como en internet. Antes la gente tenía más desconocimiento y no entendía tanto. La mayoría de la gente que se tatúa sabe cuándo un tatuaje es bueno y cuando no vale nada.

Print Friendly, PDF & Email
Artículo anteriorPeriódico El Quinto nº 345 de 12 de abril de 2023
Artículo siguienteXV Concurso UPOemprende