Justo Carretero: “La exigencia de la Hermandad aumenta, es ilusionante”

El prioste primero y vestidor de las Imágenes de la Hermandad de Humildad y Pilar ultima los detalles

0

Justo Carretero Sánchez es uno de los encargados de que todo esté dispuesto para que los diferentes actos de la Hermandad de Humildad y Pilar puedan lucir de la forma adecuada. Justo responde a nuestras preguntas:

Eres prioste en la Hermandad de Humildad y Pilar ¿Verdad?

Exacto, soy prioste primero, somos dos priostes, yo y José Manuel Montaño, entre los dos llevamos la priostía de la Hermandad, que este año está siendo un poco más voluminosa. José Manuel se ocupa de las cosas más pesadas que hay que subir o montar en los pasos o altares y yo, me dedico más a la Capilla. Soy también el vestidor de las Imágenes, él me ayuda a eso y juntos nos repartimos los trabajos. Es un tándem en el que tenemos separadas las funciones de cada uno.

¿Cómo llegas hasta la Hermandad de Humildad y Pilar?

Yo me estoy mudando ahora al barrio, no vivía aquí. Llegué a través de la Tertulia Cofrade ‘La Levantá’, en la que hice el pregón, me gustó y me hice contertulio. La Hermandad nace también de ese seno de la Tertulia Cofrade, el párroco, para el XXV Aniversario de la Virgen de los Ángeles, quería sacar una procesión por el barrio. Le pidió a ‘La Levantá’ que le montara la procesión, nosotros nos encargamos de buscar paso, banda, organizar los tramos… Cuando el párroco vio como quedaba una procesión en la calle y lo bien que había salido todo, él empezó a visualizar una Hermandad por las calles de Montequinto. Ahora que me estoy mudando al barrio, como te he dicho, yo lo tenía claro, quería un balcón que diera a una calle por la que pasara la Hermandad.

¿Qué es la priostía para alguien que no esté metido en el mundo cofrade?

Pues la priostía es un tema que no se conoce mucho, el prioste es el responsable de custodiar, mantener limpio y preparar todos los enseres que hagan falta para los cultos de la Hermandad. Por ejemplo, no solo en la salida procesional hay que tener los pasos, las varas, las insignias, los cirios… Sino en cualquier culto de la Hermandad, ya sea triduo, quinario, besamanos, lo que sea, hay que prepararlo. Incluso cuando vamos de representación a otras hermandades, el prioste es el que tiene que tener a punto el estandarte o varas que se vayan a necesitar.

Una vez se acaba el acto, tenéis que desmontar y guardar todo.

Claro, nosotros tenemos la fortuna de que, además de los dos priostes que somos, tenemos un equipo de auxiliares extenso y estamos apoyados también por el Grupo Joven de la Hermandad. Tenemos esa ayuda para que, por ejemplo, cuando vamos a desmontar un besamanos, todos ayudan antes de irnos a casa. Los cultos se hacen en fin de semana, todo queda recogido ese mismo día, ya que con el trabajo de cada uno, sería más complicado entre semana. La iglesia debe quedar perfectamente recogida tras los cultos de los fines de semana.

¿Este año es diferente en cuanto a la priostía?

Es más ilusionante y más trabajoso, las dos cosas. Ya salimos el año pasado con los dos pasos, que también fue un cambio brutal, pero este año somos más hermanos y habrá nazarenos en el barrio. Esto no es algo que le ataña directamente a la priostía pero el crecimiento de la Hermandad es también crecimiento en cuanto a exigencia y labores en todos los frentes. El montaje de los pasos es un momento muy especial. Muy ilusionante, el montaje del palio, por ejemplo, con la candelería, ver la cera puesta ya en lo alto del paso es muy bonito porque anuncia lo que está a punto de llegar.

Y en el tema de los vestidores de las Imágenes, hay modas y van cambiando.

Más bien es evolución, hay que tener en cuenta que las vírgenes, a principios del siglo pasado, todas iban de negro. Luego con la revolución de Rodríguez Ojeda y sus vestidores, además del cambio de la fisionomía de los pasos, cambiaron la forma de vestir a las Imágenes. Yo creo que es evolución, no moda, se seguirá evolucionando, es lo bueno de este arte, está vivo. Y sin olvidarnos de Esperanza Elena Caro con los bordados. Claro, el principio del siglo XX fue una revolución absoluta, ya con Ojeda y el manto verde camaronero de la Macarena. Se desecharon muchas cosas del siglo XIX con dibujos asimétricos y se dio un aire fresco a la Semana Santa.

El cambio de los Titulares es algo muy íntimo y que poca gente puede ver.

Que es íntimo y restringido es cierto, en nuestro caso, como en la mayoría, están las camareras, el vestidor y, en algunas ocasiones, un prioste para lo que se necesite. El equipo de priostía baja las imágenes y se marcha, se cierra la capilla y se quedan las camareras y el vestidor. Las Imágenes se desvisten, el Señor se queda en camisa y la Virgen en enaguas y a partir de ahí se ponen las prendas. Es algo lógico que sea íntimo y restringido, creo que una Imagen cambia mucho cuando está vestida. De hecho hay algunos imagineros que dicen que su labor es el 50 por ciento, que el otro 50 es del vestidor. Yo diría que depende del caso, hay Imágenes que por sí solas son muy buenas y destacan a poco que le pongas. Hay otras que se ha demostrado que los cambios de estilos les ha favorecido muchísimo.

¿Qué esperas de la salida de este año?

A mí siempre me ha sorprendido la cantidad de gente que acompaña a la Hermandad. Yo he vivido muchos años en Getafe, un barrio al que le encuentro similitudes con Montequinto, en el que el tema de las hermandades no está tan arraigado. La gente es de su Hermandad de Sevilla y ya está, por eso me sorprende mucho el seguimiento que tiene la Hermandad de Humildad y Pilar cuando sale a la calle. Cuando te metes en la zona antigua no se cabe y en el Edificio España tampoco, ahora con nazarenos en la calle esperamos mucha más gente.

Print Friendly, PDF & Email
Artículo anteriorTres colegios quinteños entre los mejores de Sevilla
Artículo siguienteVuelve la Gran Gala del Carnaval a Dos Hermanas