La ONG Crecer con Futuro nace con la implicación de la familia Vega, que está compuesta por doce hermanos, 7 hermanas y 5 hermanos. Su madre, Carmen, los crio y los educó en que “tenemos mucha suerte de haber nacido en el mundo que nos ha tocado, de tener todas las necesidades cubiertas y que no todo el mundo tiene esa misma suerte”, comenta Gema Carrasco, encargada del proyecto ‘Familias Colaboradoras’.
Fue entonces cuando la familia decide ir a Paraguay para emprenderse en un proyecto de ayuda a una población vulnerable del país. La elección de Paraguay no fue aleatoria, la cuidadora de una de las hijas de la familia era paraguaya.
A lo largo de estos años se ha trabajado con esta comunidad a la que decidieron ayudar, se han destinado “muchísimos fondos” que se han traducido en infraestructura, se ha creado vivienda, comedor, guardería, centros sanitarios y centros sociales.
Aún así, alrededor del año 2013 se empieza a estudiar la situación de la infancia en Andalucía, las fundadoras de ‘Crecer Con Futuro’ son madres de acogida, “con lo cual ya hay una sensibilidad con respecto a los niños en situación extrema”, comenta Gema. Con ese estudio de realidad, lo primero que se percibe esa invisibilidad de este colectivo, que era muy numeroso.
“Igual que los niños y niñas paraguayos no existían en su sociedad, estos niños y niñas de centros de acogida no existen a nivel afectivo para el Estado y la sociedad”, sentencia Gema. Solo en Andalucía son casi 2300 los menores que viven en centros de protección.
A la pregunta de ¿Por qué están en esos centros de menores? Gema explica que “por circunstancias familiares de las cuales ellos no son responsables. Es decir, estos niños vienen de familias desestructuradas que no pueden ofrecerles ni asegurarle un entorno seguro y un entorno de cuidado como el derecho de todos los niños. A nivel de administración pública y judicial hay que intervenir, hay que retirar a los menores de esas situaciones de riesgo y hay que protegerlos, no es un castigo”, comenta.
Estos chicos y chicas entran en estos centros por ser víctimas de situaciones familiares que “ellos no han decidido, entonces están en estos centros como una medida de protección”. Desde Crecer con Futuro también “tenemos una filosofía de mucho respeto hacia las historias de estos niños y niñas y hacia su familia”. Prácticamente todas las personas trabajan Crecer con Futuro o, por lo menos las que intervienen directamente con los menores, vienen de trabajar en centros de protección de menores, conocen muchas de las historias, no solo de estos niños, sino de sus familias.
La mayoría de ellos vienen de la misma realidad, con lo cual lo que están haciendo es “reproducir el único patrón que conocen”, comentan desde la ONG. “No estamos justificando a la familia, estamos aquí para defender los derechos de los menores, pero si queremos conseguirlo necesitamos partir de una situación de respeto hacia la familia, porque sino los niños no nos van a dejar ayudarles esta es una situación que se perpetúa si no se actúa sobre ella” explican.
Proyecto Familias Colaboradoras
La realidad es que hay 2300 menores, que no pueden vivir con su familia y alrededor de 300 familias colaboradoras. “Estos jóvenes están siendo institucionalizados y aún hay muchos que necesitan de este programa” comenta Gema.
Los menores de estos centros tienen cubiertas las necesidades principales de salud, techo, comida y educación, es la parte afectiva la que trabaja el Proyecto de Familias Colaboradoras.
Este es un recurso que existe por parte de la administración “hace ya muchos años”. Y nace para dar respuesta a relaciones que los propios niños y niñas establecen con su entorno, con los monitores de extraescolares, vecinas, hasta médicos, gente del propio entorno de los menores que se interesa por la realidad de estos niños y niñas. Personas cercanas que los quieran acompañar de alguna manera y les invita a pasar tiempo con ellos, eso hubo que regularlo y que ampararlo a nivel legal.
Crecer con Futuro, en 2013, se da cuenta de que los menores en situación de desamparo que están en los centros de protección son los que más necesidades tienen, más que los que están en familia. “Vimos que había una figura que existía, la de familia colaboradora, que no estaba siendo promovida, que simplemente estaba dando respuesta a las relaciones que, espontáneamente, y no tan espontáneamente, se generaba en el entorno de los niños. Pero a este programa no se le estaba dando una forma, una estructura y no se estaba asegurando una serie de recursos para que funcionase y tuvieran la oportunidad de tener una figura adulta que tener de referencia y con las que crear un vínculo afectivo”.
En definitiva, Crecer con Futuro acompaña a estas familias que desean colaborar con los menores, para introducirlos al Proyecto Familias Colaboradoras y, una vez están en él, les realizan un seguimiento para solventar posibles dificultades que surjan en la relación. El objetivo es convertirse en figura de referencia a nivel afectivo y a nivel emocional para estos niños en periodos de fines de semana y vacaciones que, en el momento presente se sientan cuidados, atendidos y especiales.
“Ellos deben tener un modelo de referencia familiar estructurado, que no han tenido antes. Cualquier persona, con cualquier estructura o núcleo familiar puede ser familia colaboradora, de hecho, necesitamos diversidad en los perfiles, porque cada niño, necesita un perfil distinto. Entonces nos encontramos a hombres solos que colaboran, mujeres solas que colaboran, hombres con hijos, mujeres solas con hijos, pareja de hombre y mujer con hijos o pareja de hombres o mujeres todo tipo de familia es bienvenido”.
Cuando una familia entra en el programa, no solo ofrece su núcleo, ofrecen una red, una familia, los niños y las niñas terminan diciendo, “mis abuelos, mis primos, mis tíos…”, ampliar esa red de apoyo es básico para ayudar a estos niños hasta que cumplen los 18 años y acaba el programa.
“Todas las medidas de protección acaban el mismo día que los menores cumplen 18 años, aquí encontramos algunas diferencias con respecto a las distintas realidades que nos podemos encontrar. La mayoría de los chavales que tienen su familia aquí quieren volver con ella, aunque muchos mantienen el vínculo con su familia colaboradora” comenta la propia Gema.
Una realidad distinta sucede con los que vienen de otros países, su objetivo suele ser llegar a España, formarse lo justo para conseguir un trabajo lo antes posible enviar dinero a su familia y ayudar económicamente. “Esos chavales no se quieren volver a casa, ellos sí aprovechan los recursos que hay para cuando se cumplen 18 años, recursos residenciales para el tutelados”, pese a esto, ese recurso dura máximo 2 años más, hasta los 20 años.
¿Cómo participar?
El primer paso para ser Familia Colaboradora es participar en uno de los cafés informativos que hace Crecer con Futuro vía zoom, porque “lo que queremos es abrirlo a toda Andalucía, que cualquier persona pueda participar y no tenga que movilizarse” cuenta la organización.
Crecer con Futuro, además de buscar familias interesadas en participar en el programa busca sensibilizar y espacios físicos en los que poder contar más a cerca del programa a diferentes públicos “necesitamos que mucha más gente conozca esta situación, para que mucha más gente defienda estos niños y niñas”.
Esta sesión dura máximo una hora y media, la gente interviene para hacer preguntas. Si quieren seguir el proceso, deben tener una entrevista con las personas que componen el núcleo familiar. Después de la entrevista hay una formación que “por ley es obligatoria” .
Tras esto hay que hacer un filtrado importante, porque “lo que queremos es que esto salga bien”, comenta Crecer con Futuro. “Una familia busca un perfil de niño concreto, nosotros los orientamos para ver cual le viene mejor, tras esto, la Delegación revisa la base de datos de menores que están esperando a participar en el programa, si hay alguno con esas características y necesitan este perfil de familia, que es la parte más compleja, se lleva a cabo”. Hay familias que llegan y de repente ese perfil está y se da como de manera mucho más automática y es más ágil y, hay otras veces, que no se ha encontrado familia y han esperado dos y tres años.
Hay diferentes formas de colaborar con Crecer con Futuro y sus diferentes proyectos, toda la información se encuentra en su web: crecerconfuturo.org