La pintura ha estado presente en la vida de Chus desde que tiene recuerdos. Chus Benito es una vecina quinteña a la que de pequeña le maravillaban las obras de los grandes pintores y soñaba con emularlas, pero nunca pudo asistir a clases. Chus Benito responde a nuestras preguntas:
¿De dónde eres?
Yo soy de Salamanca y llego a Sevilla por estudios en el año 78’, a terminar los estudios de empresariales, aunque a Montequinto llegué en el año 1991.
Estás recién jubilada creo, ¿a qué te has dedicado?
Soy economista, aunque acabé trabajando en la Junta de Andalucía y me jubilé en junio del año pasado. He estado más de treinta años en la Junta, creo que no hay nadie que haya pasado por más sitios. Yo soy un poco hiperactiva y eso de estar haciendo siempre lo mismo no me va, por eso he pasado por diferentes puestos, me he ido donde me lo han solicitado y he hecho de todo.
Pasando a la pintura. Empiezas a pintar por un amigo ¿Es correcto?
La pintura para mi ha sido algo que me llegaba de forma natural desde pequeña, siempre estaba pintando, de hecho, tengo muchos premios del colegio por pintar. Luego llega la edad de los 12 o 13 años y soy muy activa: atletismo, natación, ajedrez, baloncesto, las clases extraescolares no existían, pero yo me las buscaba. También quería apuntarme a pintura, pero mi madre no me dejaba hacer tantas cosas.
Seguí dibujando por mi cuenta, pero de forma amateur, aunque le hacía los cuadernillos de dibujo del colegio a mis hermanos mayores. Cuando llegué a Sevilla un amigo, que estudiaba economía en Salamanca con nosotros, se vino a hacer bellas artes y tenía un estudio en su casa. Un día estando allí me ve dibujar algo con el material que él tenía y me dijo que había artistas que pintaban con ese estilo, el naif. Yo no sabía que lo que yo hacía era un estilo de pintura. No tengo técnica de nada ni he estudiado nada, siempre he pintado de forma natural.
¿Es tu primera exposición?
Sí, me lo ofrecieron, antes de venirme de Salamanca, hacer una exposición y nunca me había atrevido a hacerlo. Gracias a la Biblioteca he podido dar el paso a hacerlo y atreverme en un futuro con más exposiciones. La gente me pregunta si vendo los cuadros, nunca me lo había planteado, tampoco me ha hecho falta. Ahora si alguien me quiere pedir un cuadro pues a lo mejor se lo hago por un precio simbólico.
¿Qué te gusta contar con tu pintura?
Pues nunca me lo había planteado, sí es cierto que, de alguna manera, expreso sentimientos, gustos e ideas que me encantan, que las transmito de esta forma y que genere un sentimiento positivo al que lo vea. Puede ser que busque el componente de agradar a las personas que vean mis cuadros. Dices que eres muy nerviosa, pero la pintura es de estar mucho tiempo quieta haciendo lo mismo. Es que es mi manera de evadirte de todo, fijarte en detalles, colores etc. Te basas mucho en pintores de estilos muy diferentes desde Picasso a Boticelli o Rousseau
¿Cómo te mueves tan bien pintando con estilos artísticos tan diferentes?
Mi referente en naif es Rousseau, Van Gogh me ha marcado también desde que tengo 14 años y veo un póster de un dibujo suyo de ‘Autorretrato con sombrero’ y se me queda. Yo he intentado recrear a pintores de técnicas diferentes, a mí manera he intentado recrear a estos pintores.
Soy una enamorada de la pintura en todas sus vertientes, entonces me gusta todo, yo creo que a mí me dieron el don de pintar. A mí, sin haber estudiado, me dan un cuadro y, no es que lo calque, tendría que fijarme muchísimo, pero no desmerezco la idea original del pintor al recrearlo.
¿Tienes alguna obra que, por bonita o sentimentalmente, sea más especial para ti?
Pues el de mi familia al completo, si me tengo que desprender de todos mis cuadros y solo puedo quedarme con uno, sería ese sin duda por todo lo que representa.
Dices que tienes el don de pintar, pero te has dedicado a los números…
Para mi pintar representa mi ‘yo’ primario, llamémosle así, ojalá me hubiera podido dedicar a la pintura y no a los números para comer. Para mi lo vital es dibujar, pero no hice historia del arte ni nada así porque, en la España de 1975, viniendo de una familia de clase trabajadora, cuando estudias haces algo que rápidamente te permita aportar dinero en casa.
Aunque la verdad que los números no se me han dado mal tampoco. Soy muy emprendedora, siempre busco ayudar a la gente y estar metida en muchas cosas. A veces me he metido excesivamente y acaba absorbiéndote. Todavía tengo cuadros pendientes para mis sobrinos-nietos y otros de fiestas populares de España, un tema que me encanta.